El pueblo saharaui es muy amante de la poesía, trasmitida por vía oral. Tradicionalmente el oficio de poeta ha pasado de padres a hijos. Los cantos típicos son de alabanza al Profeta y religiosos, cantos de temas cotidianos, poemas y cantos de amor, chistes, etc.
La música y las danzas saharauis incorporan decorados y ritmos africanos, melodías moriscas y gestos asiáticos. Las danzas son acompañadas por un tambor hecho de madera y piel tensada (tebal) que se tocas con las manos y de la guidra que se toca con palillos, acompañándose de palmas y del vibrante y agudo grito de las cantadoras (inxid).
Uno de los principales acontecimientos culturales y de diversión de los Campamentos es la celebración de los Festivales de la Juventud a finales del verano. Durante estos festivales las canciones tradicionales se unen con instrumentos ajenos a la cultura saharaui incorporados por las nuevas generaciones.
Algunas diversiones de los tiempos de paz se conservan, como el parchís y el sig, un antiguo juego árabe, que se practica sobre la arena utilizando como fichas palitos y piedras o excrementos secos de camello.